1.- Madre, tu mirada bella,
Tiende presto con ardor,
A estos hijos que te aclaman,
¡dulce Madre de mi amor!
Virgen bella entre las bellas,
Limpio y puro manantial,
Riega la existencia mía
Con la luz de tu mirar.
A Jesús dile, ¡oh, Madre!
Que mi vida suya es
Que en la pena y en la calma
Quiero siempre tuyo ser.
¡Oh, María tierna y bella
En tu seno virginal
Quiero ¡oh, Madre bondadosa!
Siempre, siempre descansar.
Cada día, cada hora
Te repite sin cesar
A tu hijo que te adora
No lo puedes olvidar.
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